Celebrando el don de los estigmas (1224 – 2024): “De las heridas a la vida nueva”

Fr. Juan Apumayta Bautista Bautista, padre guardián y rector de la Basílica de San Francisco de Lima.

Con motivo del VII Centenario de la Impresión de las Llagas de San Francisco de Asís (1224 – 2024), se realizó una misa solemne en la Basílica y Convento San Francisco de Lima.

Religiosos de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú.

La solemnidad estuvo presidida por el padre guardián y rector, Fr. Juan Apumayta Bautista OFM, acompañado por religiosos de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú, así como el estudiantado franciscano. En la misa hubo significativa participación de los fieles agrupados en las distintas hermandades y cofradías del templo.

De la misma forma, esta celebración se replicó en todos los templos franciscanos en todo el mundo como parte de las celebraciones oficiales para recordar la llamada “estigmatización” de San Francisco, quien llevó impresas en manos, pies y costado las heridas de nuestro señor Jesucristo.

SIGNIFICADO Y TRASCENDENCIA

De acuerdo a lo señalado en la página oficial de la Orden de los Frailes Menores (OFM), “Las fuentes hagiográficas nos cuentan que Francisco de Asís, tras un intenso período de actividad apostólica, se retiró al Alverna para realizar una cuaresma de ayuno y oración, como era su costumbre. Precisamente en este contexto de silencio y oración, el Poverello recibió la visita del Serafín alado, ya que sólo el silencio permite escuchar y acoger al que habla. En el Alverna, el profundo deseo que animaba al Poverello a seguir a Cristo y a conformarse totalmente con Él, se hizo realidad en el encuentro con el Crucificado, imprimiendo los signos del amor en su corazón y en su cuerpo”.

San Buenaventura resume así la experiencia de Francisco: «El verdadero amor de Cristo había transformado a este amante suyo en la misma imagen del Amado» (Leyenda mayor 13, 5). El encuentro con el Amado se convierte en canto de alabanza; por eso Francisco, tras el encuentro con el Crucificado, compone las Alabanzas del Dios Altísimo, una oración que brota de un corazón enamorado, totalmente centrado en el Tú divino: «Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, Tú eres grande, Tú eres altísimo…» (Alabanzas del Dios Altísimo 1-2). 

Celebrar el centenario de la impresión de los estigmas como Familia Franciscana es una invitación a recuperar en nuestra vida cotidiana esa dimensión de silencio orante y contemplativo que nos sitúa ante lo esencial, que nos permite reconocer el deseo de infinito que reside en nuestro corazón, que nos permite escucharnos a nosotros mismos, a los demás y a Dios. De hecho, aún hoy se presenta al Poverello como una persona que hizo de la escucha un estilo de vida: «San Francisco de Asís escuchó la voz de Dios, escuchó la voz del pobre, escuchó la voz del enfermo, escuchó la voz de la naturaleza. Y todo eso lo transforma en un estilo de vida. Deseo que la semilla de san Francisco crezca en tantos corazones» (Fratelli tutti 48).

EN TRUJILLO

Asimismo, en la ciudad de Trujillo, en el norte del Perú, los hermanos franciscanos de esta ciudad se reunieron para festejar este importante acontecimiento en vida de nuestro Padre Seráfico San Francisco de Asís. La solemnidad se realizó en la Iglesia de San Francisco de Trujillo.

Fr. José Lobatón Heredia OFM tuvo a su cargo el mensaje principal y destacó el significado de seguir a Cristo en su vida, pasión, muerte y resurrección.

PRENSA FRANCISCANA con información de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú el Convento San Francisco de Lima.