Bendición de las mascotas en Lima durante la Fiesta de San Francisco de Asís

Fr. Reynaldo Gamarra OFM, durante la "Bendición de las mascotas" por la fiesta de San Francisco.

La fraternidad franciscana realizó la tradicional «Bendición de las mascota el pasado domingo 1 de octubre en el atrio de la Casa de Ejercicios Espirituales de la Orden Franciscana Seglar (OFS) en la primera cuadra de la avenida Abancay en Lima.

Como ya es tradicional en todo el mundo, cada año, miles de mascotas reciben esta bendición católica al conmemorarse la Fiesta de San Francisco de Asís, «patrono la ecología y de los animales».

Este año fue Fr. Reynaldo Gamarra OFM, vicario del Convento de San Francisco de Lima, el encargado de impartir la bendición de las mascotas.

Cientos de personas llegaron desde tempranas horas del día y esperaron su turno ordenadamente recibir la bendición para su mascota. Se contó con la participación musical juvenil.

Este acontecimiento no es un hecho aislado, pues entre las muchas anécdotas de San Francisco, las historias más comunes incluyen su predicación a las aves y sus experiencias con los conejos, los peces y el lobo de Gubbio, «el hermano lobo».

CÁNTICO DE LAS CRIATURAS / SAN FRANCISCO

Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.

Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.

Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.

Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.

Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.

Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,

porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.

Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.

Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.

Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.

Esta bella oración de San Francisco es conocida por varios nombres: Cántico de las Criaturas, Alabanzas de las Criaturas e Himno de la Hermana Muerte. Fue escrito en romance umbro (la tierra del santo) y se lo considera el primer poema en la lengua italiana. Se lo celebró como «el más bello trozo de poesía religiosa después de los Evangelios» y «la expresión más completa y lírica del alma y de la espiritualidad de Francisco». La fecha de su composición es el otoño de 1225, posiblemente en San Damián. La estrofa sobre el perdón la redactó con ocasión de una controversia entre el Podestá de Asís, primera autoridad de la ciudad, y el Obispo, reconciliándolos. Y la última, sobre la hermana muerte, la compuso en octubre de 1226.

/ PRENSA FRANCISCANA DEL PERÚ /