Mensaje del ministro provincial Fr. Ernesto Chambi Cruz OFM pronunciado el domingo 29 de junio de 2025 durante la misa solemne en la Basílica de San Francisco de Jesús El Grande de Lima en homenaje a la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú por su 472° aniversario de fundación canónica.
A todos los hermanos de la amada, seráfica y madre Provincia de los XII Apóstoles en Perú,
A las hermanas Clarisas del protomonasterio de América de Santa Clara del Cusco,
A todos los hermanos de la Tercera Orden Franciscana,
A todos los hermanos laicos comprometidos y fieles católicos presentes en todas nuestras obras,
Hermanos y hermanas:
La paz del señor esté siempre con todos nosotros.
Cuando nuestro seráfico padre San Francisco de Asis funda la Orden de los Hermanos Menores -hoy conocida como Orden Franciscana- en 1209 no se imaginó que sus hijos iban a cruzar los mares y llegar hasta estas remotas y desconocidas tierras americanas.
En estos 472 años de la fundación oficial de la Provincia, es necesario recordar que los primeros franciscanos llegaron al Perú en el año 1531 con su audacia evangelizadora y rápidamente establecieron misiones y construyeron hermosas edificaciones (templos, capillas, conventos) y que son ahora magníficos ejemplos del encuentro entre culturas, dedicándose a la evangelización de los pueblos autóctonos.
Para una mejor llegada a las poblaciones aprendieron el quechua, aymara, pukina y otras lenguas nativas, demostrando así la preocupación por las personas y con mucho respeto a su identidad local.
En este periodo, se fundaron escuelas de artes y oficios y centros educativos donde se enseñaba la doctrina cristiana, habilidades básicas en pintura, escultura, tallado, la enseñanza de latín y castellano.
Destacamos que la misión franciscana en estas tierras fue una de las más destacadas y prolongadas de la historia en la América española. Se adaptó al contexto cultural y buscó la colaboración de los grupos sociales ya existentes, incluidos indígenas, criollos, mestizos y negros, con el único objetivo de elevar la dignidad humana y la religiosidad en las personas.
Todo esto encabezado por el R.P. Fr. Marcos de Niza, primer prelado y comisario, los padres Juan de Monzón, Francisco de los Ángeles, Fr. Francisco de la Cruz, Fr. Francisco de Santa Ana, Fr. Pedro Portugués, Fr. Mateo de Jumilla (lego), Francisco Alcañizes (también lego) y Fr. Alonso de Escarcena, Francisco de Marchena y Francisco de Aragón.
En este período de 1531 hasta 1553, durante veinte años fue Custodia, hasta que el 29 de junio en la Festividad de San Pedro y San Pablo- la Custodia fue declarada Provincia con el título de los XII Apóstoles del Perú, siendo nombrado ese mismo año primer provincial Fr. Luis de Oña y el venerable padre Fr. Francisco de Victoria fue el primer comisario general en el Perú, quien celebró el primer capítulo en el Convento de San Francisco de Lima el año de 1553.
Hasta que en el año 1826 sobrevino la obligada deformación de la Provincia regular debido a ordenes emanadas del “gobierno” en los primeros años de la República y las ordenanzas del Reglamento de Regulares del 6 de agosto de 1837.
Así permaneció la situación hasta que en 1884 el papa León XIII en su rescripto “Pastoralis Sollicitudo” nombró al religioso peruano Fr. José María Gago, visitador y reformador apostólico de los Conventos existentes en Perú y Bolivia, menos el de Lima y los colegios misioneros, empezando el Regimen Regular de la Provincia hasta el día de hoy.
Con la fundación de nuestra Provincia en 1553, se organizan mejor las estructuras de la Orden en tierras americanas. La Provincia de los XII Apóstoles es Madre de las demás provincias franciscana de América del Sur. De ellas salieron, a partir del capítulo general celebrado en Valladolid (España) en 1565 las provincias San Antonio de Quito, Santa Fe en Colombia, San Antonio de los Charcas (Alto Perú), cuya cabeza fue el Máximo Convento San Francisco de Asís del Cusco, de la Santísima Trinidad de Chile y de la Asunción de la Santa Virgen del Río de la Plata (Buenos Aires, Argentina).
Como se sabe, la organización franciscana de América dependía de la Corona española y del ministro general de los franciscanos, por ello se nombra un Comisario General de Indias con residencia en Madrid y dos comisarios generales, uno en Lima para los reinos del Perú, y otro en México. Los frailes franciscanos se desarrollaron organizando una gigantesca obra misionera y cultural en estas tierras americanas que perdura hasta el día de hoy.
Los franciscanos han tenido un rol importante en la historia, la cultura y la religiosidad. Durante largo tiempo de existencia, la Provincia ha contribuido al desarrollo de nuestro país mediante destacados personajes, que vamos a reseñar de manera sucinta a modo de homenaje y motivación para las generaciones de religiosos actuales y del futuro.
En primer lugar al ilustre hijo y alumno de nuestra Provincia, San Francisco Solano, Apóstol de América, que nació en Montilla -antiguo marquesado de Riego en Andalucía- en 1549. Llegó al Perú en 1589, recorrió las antiguas provincias del Paraguay y Tucumán, se dedicó a la predicación entre los naturales, usando lenguas como el quechua, aymara, guaraní y tonocoté. Atravesó a pie los caminos ásperos y montañosos, así como los arenales cálidos y desérticos, acompañado de un ravel. Con justicia, es considerado un santo peruano, sus restos reposan desde el 14 de julio de 1610 en nuestro convento y fue canonizada el 27 de diciembre de 1526 por el papa Benedicto XIII. Fue nombrado Patrono Jurado de Lima el 26 de junio de 1629. Además es patrono de las ciudades de Chuquisaca, Panamá, Cartagena, Oruro, Ica, Castrovirreyna, Huamanga, Chuquiambo (hoy la Paz), Potosí, Cusco, Villa Carrión, Villa de Arenedo (Huánuco), Santiago de Chile y La Habana, y los Mares del Sur.
Para nosotros los franciscanos, la figura insigne de San Francisco Solano representa el ejemplo perfecto de vida misionera y consagrada. En su honor, nos encontramos próximos a iniciar los actos celebratorios en conmoración del tricentenario de su canonización.
Recordamos también a Fr. Juan Gómez, enfermero franciscano durante cuarenta años y atendió con amor y empeño a San Francisco Solano. Es mencionado por el escritor Ricardo Palma en sus “Tradiciones peruanas”, en “El alacrán de Fr. Gómez”.
Fr. Andrés Corzo, hermano lego, fue observante cumplidor de la regla de San Francisco, fundó cuatro conventos de recolección, uno de ellos en 1595 fue Santa María de los Ángeles en el Rímac, más conocido como de Los Descalzos.
Fr. Mateo de Jumilla, hermano lego, se dedicó a la predicación y conversión de los infieles en la provincia de Cajamarca, cuya vasta extensión recorrió varias veces a pie, y descalzo, operando milagros que le produjeron fama de santo.
Fr. Ramón Tagle y Bracho nació en la ciudad de Lima en 1510, fue ejemplar religioso de gran mortificación, amante de la pobreza, del retiro y la oración.
Fr. Jerónimo Valera, natural de Nieva (provincia de Chachapoyas), hijo y alumno del Convento San Francisco de Lima, guardián, ministro provincial y lector jubilado, estudioso de la filosofía y la teología.
Fr. Jerónimo de Oré, natural de Huamanga, hijo del Convento de Lima, destacado sacerdote, catedrático, estudioso del quechua, aymara y puquina, autor de varios libros como “Symbolo Catíolico Indiano”, “Relación de la vida y milagros del P. Fr. Francisco Solano, autor de la letra del famoso himno “Apuyaya Jesucristo. Fue obispo de La Imperial de Chile, país donde reposan sus restos.
Fr. Bartolomé Bustamante, natural de la ciudad de Lima, publicó “Teatro eclesiástico” y “Tratado de las provincias del Perú en santidad y letras”.
Fr. Buenaventura de Salinas, natural de Lima, publicó en 1630 y 1639 “Memorial de las historias del nuevo mundo del Perú” y excelencia de las ciudades de Lima”.
Fr. Diego Córdova y Salinas, natural de Lima, cronista de esta provincia, imprimió en Madrid el año de 1643 por medio de un religioso de la orden, el libro “Vida, virtudes y milagros del Apóstol del Perú, el venerable padre Francisco Solano de la Orden de los Menores”, asimismo publicó en Lima en 1651 “Crónica de la religiosísima Provincia de los XII Apóstoles del Perú”.
Cabe mencionar a algunos frailes que fueron nombrados Obispos: Mons. Hernando Trejo y Sanabria, Obispo de Tucumán (Argentina) entre 1595 a 1614. Mons. María Masía, Obispo de Loja, Ecuador en 1876; Mons. Mariano Holguín Maldonado, Obispo de Arequipa y primer Arzobispo de la misma sede en 1906 a 1945; Mons. Francisco Solano Muente Campos, Obispo de Ayacucho (1936-1939); Mons. Salvador Herrera Pinto, Obispo de Puno (1934-1948); Mons. Federico Richter Fernández Prada, Arzobispo de Ayacucho (1975-1991); Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Actualmente Mons. Neri Menor Vargas, Obispo de la Diócesis de Carabayillo; Mons. Benigno Condori Chuchi, Obispo de la Prelatura de Ayaviri.
Ahora hacemos una mención rápida y suscinta de algunos religiosos: Fr. José Ramón Rojas de Jesús María, “Padre Guatemala”, misionero en Ica en 1839, difundió la devoción a la Virgen de Guadalupe. Fr. José Gago Marín, visitador general de las Provincias de San Francisco del Ecuador, de los XII Apóstoles del Perú y San Antonio de Charcas de Bolivia. Además Fr. Miguel Pérez, impulsor de la Tercera Orden, publicó “Misal teerciario”, Comisario Provincial de 1933 a 1936,
Recordamos a Fr. José Francisco de Guadalupe Mojica, artista y cantor, impulsó el apostolado en la Obra Vocacional Franciscana. Fr. Alberto Alméciga Ramírez, maestro de coristas, guardián de la Curia General en Roma y del Convento San Francisco de Lima, promotor del Museo de Arte del Convento San Francisco de Lima.
En la actualidad rendimos homenaje a todos los frailes que han trabajado silenciosamente en humildad y obediencia por el engrandecimieto de est a gloriosa provincia. Algunos nombres se nos quedan en el tintero, pero es oportuno recordar a Fr. Anselmo Díaz Rodríguez, Fr. Alejandro Palacios Jara, Fr. Jorge Christopherson Petit, Fr. Jorge Zapater, Fr. Orestes Vásquez Alegre, Fr. José Garmendia Castañeda, Fr. Diego Segovia, Fr. Carlos Montesinos Ampuero, Fr. José María Mendoza, Fr. Francisco Salas, Fr. Manuel Salas, Fr. Aurelio Zegarra, Fr. Francisco Vargas, Fr. José Calderón, Fr. Pablo Valdivieso, Fr. Rafael Roldan, Fr. Raúl Sánchez, Fr. Arturo Herrera, Fr. Jorge Cornejo, Fr. Francisco Valdés, Fr. Francisco Sancho, Fr. Julio Giraldo, Fr. Fernando Arguedas, Fr. Manuel Jesús del Carpio y Salinas, Fr. Alfonso Lazo, Fr. Pacífico Lazo, Fr. Vicente Chauca, Fr. Rodolfo Ávalos, Fr. Benito Sánchez Barquero, Fr. Carlos Caselli, Fr. Esteban Buscemi, Fr. Salvador Leyva, Fr. Antonio Abanto, Fr. José Calvay, Fr. Fernando Silva, entre muchos otros que están en la gloria de Dios.
Cabe recalcar el valioso aporte de los frailes actuales como son Fr. Emilio Carpio Ponce, Fr. Abel Pacheco Sánchez, Fr. Luis Ávalos, Fr. Guido Zegarra, Fr. Juan Apumayta, Fr. Mauricio Lenes, Fr. Gilmer Espino, Fr. Juan Ramírez, Fr. Ludio Quinteros, Fr. Germán Alvitres, y entre otros tantos que se nos va de la memoria.
A partir de este momento histórico, cabe la pregunta cuál es el papel que nos toca desempeñar ahora como hermanos de la provincia para seguir engrandeciéndola.
Debemos recordar que, desde nuestra fundación en 1553, las estructuras y practicas establecidas por los primeros misioneros y doctrineros franciscanos, influenciaron en las comunidades indígenas y en las iglesias locales. La construcción de templos y el servicio de culto, las escuelas y la enseñanza en los talleres artesanales, el aprendizaje en las mismos y la construcción de grandes hospitales para la atención de los enfermos siguieron siendo fundamentos para la vida comunitaria de las personas que fueron evangelizados por los frailes franciscanos.
Queridos y estimados hermanos, que este recuento histórico sirva en la actualidad para reflexionar sobre la continuación de la obra social, misionera y evangelizadora de cada uno de nosotros, como hijos y alumnos de nuestra Seráfica Madre Provincia. El rol que hoy asumimos en el servicio de las diferentes obras que tiene la Provincia a lo largo y ancho de nuestro vasto territorio nacional, contribuirá históricamente al trabajo realizado por los primeros frailes franciscanos. Con la atención en cada una de nuestras parroquias, colegios, conventos y obras sociales, aportaremos enormemente al engrandecimiento y desarrollo de nuestros pueblos.
Sigamos queridos y apreciados hermanos trabajando con nuestro servicio responsable y sincero en las obras encomendadas, para así, seguir llevando el mensaje de Jesucristo a todos los pueblos y regiones desde el Perú profundo hasta las grandes urbes, en las cuales desarrollamos nuestra tarea evangelizadora y misionera. A las hermanas Clarisas, les ruego que sigan con su labor de misión y evangelización desde la oración personal y fraternal que contribuye grandemente al servicio de la Provincia de la Orden de la Iglesia en general.
No quiero terminar estas palabras, sin antes mencionar que nos ha tocado ahora como Provincia mantenernos firmes en la defensa de la Plazuela San Francisco de Lima, cuyo cero perimétrico fue demolido en el año 2002 por la Municipalidad de Lima, y que ha sido motivo de solicitar a las autoridades judiciales el respeto al patrimonio histórico cultural, y además a los valores religiosos y espirituales.
Los franciscanos estamos a favor de las obras de mejoramiento de la Municipalidad en el centro histórico, pero creemos que se deben realizar con respecto a las normas de protección de los bienes monumentales.
Finalmente, enviarle a cada uno de ustedes unas sinceras felicitaciones por este aniversario de nuestra querida amada Seráfico y Madre Provincia, acompañándolos a todos con una sincera plegaria al Creador por el bienestar de cada uno de ustedes queridos y apreciados hermanos.
¡Viva la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú!
Fr. Ernesto Chambi Cruz OFM
Ministro Provincial
Lima, 29 de junio de 2025.
PRENSA FRANCISCANA con información de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú.