Los franciscanos conmemoran a nivel mundial los 800 años de la estigmatización de San Francisco de Asís con el lema: “De las llagas a la vida eterna”.
San Francisco llevó impresas en su cuerpo las cinco llagas de Jesucristo, acontecimiento milagroso del cual se cumple el octavo centenario y se recuerda en todos los templos franciscanos.
En la Basílica San Francisco de Lima, se realizó una jornada de reflexión espiritual el pasado viernes 30 de agosto, con participación de la juventud franciscana, hermandades y cofradías y bajo la dirección del padre guardián Fr. Juan Apumayta Bautista OFM y Fr. Henri Arana Sinchi OFM.
Este domingo 15 de septiembre a las 4 pm se realizará el “Via crucis franciscano”, como antesala para las vísperas y entronización del lunes 16 a las 7 pm. La Solemnidad por los 800 años de la impresión de las llagas se realizará el martes 17 a las 7 pm.
SIGNIFICADO DE LA ESTIGMATIZACIÓN
El encuentro con el Crucificado el cual imprime en su corazón y en su cuerpo los signos del amor, es resumido por San Buenaventura de la siguiente manera: «el verdadero amor de Cristo había transformado en su propia imagen a este amante suyo» (LM 13, 5).
La conmemoración del octavo Centenario de la impresión de las Llagas es la tercera etapa en el camino de los Centenarios franciscanos, junto con la Regla de Letrán y la Navidad en Greccio. Es objetivo es “recorrer -y a menudo redescubrir- los últimos años de la vida de San Francisco, que fue un periodo de dolor y amor, caracterizado por un profundo deseo de seguir a Cristo y conformarse enteramente a Él”.
“Celebrar como Familia Franciscana el Centenario de los Estigmas es una invitación a recuperar en nuestra vida cotidiana esa dimensión del silencio orante y contemplativo que nos sitúa ante lo esencial, que nos permite reconocer el deseo de infinito que reside en nuestro corazón, que nos permite escucharnos a nosotros mismos, a los demás y a Dios”, precisa la Orden de los Frailes Menores (OFM) en un comunicado oficial la orden.
“DE LAS HERIDAS A LA VIDA NUEVA”
“Después de haber recibido las sagradas llagas, Francisco se dirigió a los pobres, a los enfermos y a los necesitados para tocarlos, para transmitirles el amor divino. Recordar y celebrar al Pobre de Asís tocado por el Crucifijo nos impulsa a salir de nosotros mismos para «tocar la carne sufriente de Cristo en los otros» (Gaudete et exsultate, 37) y al mismo tiempo dejarnos tocar y desafiar por las numerosas situaciones dramáticas de dolor y sufrimiento en las que se encuentran inmersos tantos de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo”.
PRENSA FRANCISCANA, con información de Orden de los Frailes Menores (OFM) y Basílica de San Francisco de Lima.
Fuente: https://ofm.org/es/celebraciones-para-el-viii-centenario-de-la-impresion-de-las-llagas.html