800 años de la impresión de las llagas de San Francisco de Asís

Impresión de las llagas de San Francisco. Museo del Prado.

Este 17 de septiembre de 2024, los franciscanos celebramos a nivel mundial los 800 años de la estigmatización de San Francisco de Asís con el lema: «De las llagas a la vida eterna».

ACTIVIDADES EN SAN FRANCISCO DE LIMA

Para recordar este acontecimiento tendremos actividades en la Basílica y Convento de San Francisco de Lima:

  • Vier 30 ago, 4 pm: Reflexión y preparación espiritual.
  • Dom 1 5 set, 4 pm: Via Crucis franciscano y oración.
  • Lun 1 6 set, 7 pm: Vísperas y entronización.
  • Mar 1 7 set, 7 pm: Solemnidad por los 800 años de la impresión de las llagas.

CELEBRAR EL DON DE LOS ESTIGMAS

Según indica la página oficial de la Orden de los Frailes Menores: «Las fuentes hagiográficas nos cuentan que Francisco de Asís, tras un intenso período de actividad apostólica, se retiró al Alverna para realizar una cuaresma de ayuno y oración, como era su costumbre. Precisamente en este contexto de silencio y oración, el Poverello recibió la visita del Serafín alado, ya que sólo el silencio permite escuchar y acoger al que habla. En el Alverna, el profundo deseo que animaba al Poverello a seguir a Cristo y a conformarse totalmente con Él, se hizo realidad en el encuentro con el Crucificado, imprimiendo los signos del amor en su corazón y en su cuerpo. San Buenaventura resume así la experiencia de Francisco: «El verdadero amor de Cristo había transformado a este amante suyo en la misma imagen del Amado» (Leyenda mayor 13, 5). El encuentro con el Amado se convierte en canto de alabanza; por eso Francisco, tras el encuentro con el Crucificado, compone las Alabanzas del Dios Altísimo, una oración que brota de un corazón enamorado, totalmente centrado en el Tú divino: «Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, Tú eres grande, Tú eres altísimo…» (Alabanzas del Dios Altísimo 1-2)». 

«Celebrar el centenario de la impresión de los estigmas como Familia Franciscana es una invitación a recuperar en nuestra vida cotidiana esa dimensión de silencio orante y contemplativo que nos sitúa ante lo esencial, que nos permite reconocer el deseo de infinito que reside en nuestro corazón, que nos permite escucharnos a nosotros mismos, a los demás y a Dios. De hecho, aún hoy se presenta al Poverello como una persona que hizo de la escucha un estilo de vida: «San Francisco de Asís escuchó la voz de Dios, escuchó la voz del pobre, escuchó la voz del enfermo, escuchó la voz de la naturaleza. Y todo eso lo transforma en un estilo de vida. Deseo que la semilla de san Francisco crezca en tantos corazones» (Fratelli tutti 48)».

La estigmatización de San Francisco de Asís. Relieve en madera en el claustro antiguo del Convento de San Francisco de Lima.

«Después de recibir los sagrados estigmas, «bajó del monte el angélico varón Francisco llevando consigo la efigie del Crucificado, no esculpida por mano de algún artífice en tablas de piedra o de madera, sino impresa por el dedo de Dios vivo en los miembros de su carne» (Leyenda mayor 13, 5). Y así como fue tocado por el dedo de Dios, ahora él mismo sale al encuentro de los pobres, los enfermos y los necesitados para tocarlos, para transmitirles el amor divino. El encuentro con el Crucificado impulsa a Francisco a salir al encuentro de los crucificados de la historia, cuyo dolor desea aliviar, como en el episodio del hombre atormentado por el frío, narrado por San Buenaventura: «Encendido en el fervor del amor divino, extendió su mano y le tocó con ella. ¡Cosa admirable! De repente, al contacto de aquella mano sagrada, que portaba en sí el fuego recibido de la brasa del serafín, huyó todo frío y se vio envuelto en tanto calor, dentro y fuera, como si lo hubiese invadido una bocanada salida del respiradero de un horno» (Leyenda mayor 13, 7). Recordar y celebrar a Francisco tocado por el Crucificado nos impulsa a salir de nosotros mismos para «tocar la carne sufriente de Cristo en los otros» (Gaudete et exsultate 37) y, al mismo tiempo, a dejarnos tocar e interpelar por las muchas situaciones dramáticas de dolor y sufrimiento en las que se encuentran inmersos tantos hermanos y hermanas nuestros en todo el mundo».

Textos:

  • 1 Celano 94-95
  • Leyenda mayor 13, 1-10
  • Alabanzas del Dios Altísimo
  • Bendición a fray León
  • 2 Celano 49

SIGNIFICADO DE LAS LLAGAS

Cabe señalar que otros santos a lo largo de la historia han recibido la estigmatización mística, como el padre Pío de Pietrelcina, la beata Ana Catalina Emerick, santa Catalina de Siena, santa Gema Galgani, santa Rita de Casia… El significado espiritual y sobrenatural es una mayor identificación de la persona con Jesús.

Como se conoce, eesde su conversión, san Francisco profesó una grandísima devoción a Cristo pobre, crucificado, y glorioso. El icono del Cristo de San Damián estuvo unido siempre a su experiencia evangélica y su aventura espiritual, tanto en su conversión como a lo largo de toda su vida, y hasta su muerte, no cesó con los hechos y las palabras, de predicar al Crucificado.

Su proceso de configuración con Cristo culminó en septiembre de 1224, mientras estaba sumido en contemplación divina en el monte Alverna: el Señor Jesús imprimió en su cuerpo los estigmas de su pasión. Se cumplió así su deseo y su súplica: «Oh Señor mío Jesucristo, te pido me concedas antes de morir sentir en mi alma y en mi cuerpo, en cuanto es posible, el dolor que tú, dulce Jesús, soportaste en la hora de tu acerbísima pasión». Francisco se convirtió en otro Cristo, como con acierto lo expresa el místico franciscano fray Juan de los Ángeles: «Fue Cristo alma de Francisco y Francisco cuerpo de Cristo, que le sale a la cara el contento y dolor que en su alma lleva».

Benedicto XI en 1304 concedió a la Familia Franciscana celebrar cada año la memoria de este hecho, probado por testimonios fidedignos.

PRENSA FRANCISCANA, con información de www.ofm.org

FUENTES