Uno de los aspectos que nos preocupa es «la insuficiente presencia de la Iglesia Católica en los medios de comunicación».
Una mirada crítica a los diarios de circulación nacional, programas de televisión y de radio en la actualidad, nos permite constatar que la mayoría de contenidos de los medios de comunicación en el Perú exacerban la violencia, el crimen, las pasiones humanas (sexismo), la frivolidad, los antagonismos (desde políticos hasta deportivos).
En los diferentes documentos de la Iglesia Católica sobre los medios de comunicación social, se ha destacado el rol y la importancia del uso adecuado de las nuevas tecnologías de la información no sólo para comunicar la «Buena nueva» y evangelizar, sino también para colmar el afán de dialogo social y de trascendencia de la humanidad.
Sin embargo, predomina la propagación de contenidos que, en vez de formar valores, deforman la identidad personal y social de las personas y atentan contra la dignidad humana.
«La propagación de la pornografía y de la violencia a través de los medios de comunicación social es una ofensa a los individuos y a la sociedad y plantea un problema urgente que exige respuestas realistas por parte de las personas y los grupos. El legítimo derecho a la libertad de expresión y al intercambio libre de información ha de ser protegido. Al mismo tiempo hay que salvagauardar el derecho de los individuos, de las familias y de la sociedad a la vida privada, a la decencia pública y a la protección de los valores esenciales de la vida», señaló el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales en e documento titulado «Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral» (1989).
Asimismo, en la III Conferencia del CELAM en Puebla se afirma que: «Debemos denunciar el control de estos MCS y la manipulación ideológica que ejercen los poderes políticos y económicos que se empeñan en mantener el “statu quo”. La explotación de las pasiones, la violencia y el sexo, con fines consumistas, constituye una flagrante violación de los derechos individuales».
Es preocupante además que además de ciertas «noticias», también la publicidad comercial apela a las pasiones individualistas y hedonistas. En el mismo documento anterior se no dice que: «El sistema publicitario, tal como se presenta, y el uso abusivo del deporte en cuanto elemento de evasión, los hace factores de alienación. Su impacto masivo y compulsivo puede llevar al aislamiento y hasta la desintegración de la comunidad familiar…Los MCS se han convertido muchas veces en vehículo de propaganda del materialismo reinante pragmático y consumista y crean falsas expectativas, necesidades ficticias, graves frustraciones y un afán competitivo malsano».
La publicidad introduce a menudo falsas expectativas y crea necesidades ficticias.Pero no sólo esto. También preocupa la «doble moral» de varias empresas periodísticas que en un afán de «satisfacer la demanda del mercado» indistintamente publicar medios de contenidos radicamente distintos.
Al respecto, el CELAM ha denunciado que «la industria de la comunicación muestra el crecimiento de grupos económicos y políticos que concentran cada vez más en pocas manos y con enorme poder la propiedad de los diversos medios y llegan a manipular la comunicación, imponiendo una cultura que estimula el hedonismo y consumismo.
Uno de los aspectos que nos preocupa es «la insuficiente presencia de la Iglesia Católica en los medios de comunicación». Por esa razón, desde Prensa Franciscana del Perú, queremos hacer un modesto aporte hacia una comunicación que contribuya con el desarrollo social y la evangelización.
Prensa Franciscana del Perú / Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM
Fuente: https://www.celam.org/documentos/Documento_Conclusivo_Puebla.pdf