El sacerdote franciscano Fr. Rodolfo Ávalos Huapaya OFM falleció el pasado 7 de diciembre de 2024 en el Convento de San Francisco de Lima. A continuación una semblanza de su vida y obra en base a una entrevista que brindó para el «Proyecto Oralidad: Memoria viviente de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú».
Fr. Juan Rodolfo Ávalos Huapaya OFM nació el 27 de mayo de 1941 en el pueblo de Santiago de Surco (Lima) calle Venegas 158-160. Sus padres: Juan Francisco Ávalos Zavala y María Victoria Huapaya Solís. Tuvo diez hermanos: José María Victoria (hermano mayor), Margarita, Anselmo, Yolanda, Víctor Juan, Juan Rodolfo, Lucila Mercedes, Rosa Faustina y Jesús Benigno Ávalos Huapaya.
Sus estudios primarios los realizó en el Instituto Experimental N° 1 del distrito de Barranco de 1949 a 1954. Los secundarios en el Colegio Seráfico Santa María de Guadalupe, Arequipa, de 1955 a 1959.
En 1960 ingresó al Noviciado en el Convento de San Francisco de Lima. Entre 1961 a 1963 realizó estudios de Filosofía y entre 1964 a 1967 de Teología.
El 20 de abril de 1968 fue ordenado sacerdote por Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi en la Iglesia San Francisco de Lima.

MAGISTERIO
Fr. Juan Rodolfo Ávalos Huapaya OFM fue también gran educador, habiéndose desempeñado en el magisterio de 1975 a 1977. “Gracias a la fundación de la Escuela Normal Obispo Calienes en el Cusco, muchos religiosos obtuvimos valor oficial en nuestros estudios magisteriales. Esto sirvió para enseñar en los colegios como profesores graduados de Filosofía y Ciencias Sociales y Pedagógico. Gracias a la tenacidad de Fr. Abel Pacheco Sánchez OFM«, declaró en una entrevista.
En 1980 estudió en el Instituto Teológico Pastoral del CELAM en Medellín (Colombia). Entre 1985 a 1987, estudia en la Facultad de Teología Civil de Lima del Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo. Obtiene el grado de Licenciado en Teología, presentando una tesis sobre el Celibato Sacerdotal.
VIDA PASTORAL
1969 – 1970: Párroco en Cristo Pobre del Cusco.
1970 – 1971: Párroco en la Parroquia San José Obrero de Huancayo.
1971 – 1972: Dedicado a la pastoral religiosa y educativa en el Colegio San Francisco de Mollendo.
1973 en adelante: en el Cuzco, Colegio San Francisco de Asís.
Desde 1981 hasta 1984 fue Párroco en Santa Cruz de Yerbateros (Lima), “en donde corría riesgo la vida a causa del terrorismo. Justamente en esos años mataron a un policía en la comisaría de Yerbateros. Esto me impactó mucho, porque minutos antes yo había pasado por esa puerta de la comisaría, que estaba custodiada por el suboficial Timaná. Un ladrón estaba siendo interrogado dentro de la comisaría y para fugar cogió inadvertidamente una pistola de un policía y escapó por el callejón de salida, que era angosto. Desde dentro llamaron a Timaná con alta voz. Éste solo atinó a mirar que pasaba adentro y el bandido lo liquidó con un balazo en la sien», comentó en una entrevista con Prensa Franciscana.
ANÉCDOTAS
«Debe notarse que el Cardenal Juan Landázuri Ricketts había solicitado el apoyo de los franciscanos para Yerbateros porque nadie quería ir de los sacerdotes diocesanos. El P. Pablo Vizcarra, que era provincial, me llamó de Huancayo y yo vine a Lima y me dijo el problema y me llevó él personalmente a Yerbateros. Yo, después de ver el lugar y las dificultades, con todo gusto acepté. Allí me quedé 4 años y fundé la parroquia Santa Cruz de Yerbateros que existe hasta hoy», comentó.
Desde 1985 al 2000 estuvo dedicado a la pastoral educativa social y misionera. “Salía a todos los pueblos desde Nazca, por el sur, hasta Tumbes, por el norte. Una historia muy resaltante me sucedió en Cochapetí. Subiendo por Huarmey, kilómetro 375 de la Panamericana Norte, viajando más arriba de la tierra de la Pastorcita huaracina, Malvas, me quedé en un pueblo desconocido a la medianoche porque se malogró el carro. Era 24 de diciembre y por lo tanto pudieron tener misa de Nochebuena. A las 3 am llegó otro carro para seguir el viaje a Cochapetí. Llegué a la 1 pm del día 25. En pleno almuerzo les anuncié que íbamos a empezar la misión en el pueblo, que fue en el cementerio. Nadie fue, solo 20 personas me acompañaron. A las 10 de la mañana sucedió algo portentoso: una tormenta se desató con rayos, truenos, relámpagos, granizo y lluvia feroz. Les dije esta frase: ´Por lo visto, Señor, tú tampoco quieres que haya misa en el cementerio´… Me equivoqué, porque el Señor respondió inmediatamente, mandó una resolana que nos cubrió y protegió, y continuamos la Santa Misa. El pueblo, que se había quedado bailando, se dispersó para guarecerse y nosotros continuamos la misa en el cementerio a una hora de distancia. Fue la Navidad de 1992. Al terminar la Santa Misa regresamos al pueblo caminando. Un hombre me advirtió que todavía seguía lloviendo. Le dije: “¿Tú crees que el Señor nos abandonará? Si nos ha protegido en el cementerio, nos seguirá protegiendo al bajar”. Y así fue. Y la resolana nos siguió acompañando. Al llegar al pueblo, un paisano dijo esta frase: ´Por lo visto el Señor está en Cochapetí”. Entonces les dije a los que me acompañaron: “Vayan a sus casas a guarecerse”. Y yo me fui a sacar mis cosas para irme de ese pueblo. Me fui al paradero de camiones. Un señor me trajo un plato de sopa y yo lo comí de pie. A las 3 pm, salimos rumbo a Huarmey y llegamos a las 10 de la noche. De allí me embarqué en Tepsa para Lima las 11 y llegué a las 5 am… Pasaron seis años y estos paisanos de vergüenza no vinieron a decirme nada. La verdad es que ellos no encontraban sacerdote para su pueblo. Parece que el Señor impedía que consigan sacerdote. Cansados volvieron y me suplicaron si podía volver con ellos a su pueblo. Yo acepté y al regresar allá los encontré esperando en el templo la Santa Misa, asistí a vivos y difuntos. Yo les absolví de su delito y el Señor los perdonó. Arreglaron sus cuentas con Dios. Y desde entonces, todos los años consiguen sacerdotes para su pueblo. No olvidemos: ¡Con el Señor no se juega!”.

Entre 2000 a 2007 se traslada a Ilo, Mollendo y Tacna. Trabajó en esa zona durante siete años. En el mes de julio de 2007 se traslada al Santuario de San Francisco de Asís de Piura.
En 2014 fue enviado a Huancayo para socorrer por la ausencia de un sacerdote, pero el frío y la altura afectaron su salud y meses después retornó a Piura. En el mes de marzo de 2018 llegó al Convento de San Francisco de Lima.
LIBROS PUBLICADOS
- “Catecismo de primera confesión y comunión”, libro publicado en 1980 y con más de cinco reediciones hasta el momento. “Es una obra que realicé durante mi labor de catequesis por más de veinte años, al ver la necesidad de miles de niños y estudiantes de contar con un libro que les oriente en su primera confesión y comunión”.
- Devocionario: “Plegarias”, recopilación de 50 oraciones. Publicado en 2008.
OPINIONES DESTACADAS DE FR. RODOLFO ÁVALOS OFM
- “A lo largo de estos años, nuestra Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú ha venido evolucionando favorablemente. Ahora nuestros jóvenes estudiantes tienen otro ambiente y otra preparación. Observo que se suceden los gobiernos provinciales y cada uno aporta de acuerdo a su experiencia”
- “Me considero un misionero de los pueblos. Esta es la misión que Dios me encargó”.
PRENSA FRANCISCANA DEL PERÚ / Fuente: «Proyecto Oralidad: Memoria viviente de la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú» (Lima, 2016)