Por Fr. Pedro Castro OFM
¿Qué es la Navidad?
La Navidad es la fiesta en que celebramos el nacimiento de nuestro señor Jesucristo en cuanto hombre, es decir, el Hijo de Dios, sin dejar su divinidad, asume nuestra naturaleza humana por el poder del Espíritu Santo en las entrañas de la Virgen María, para conducirnos como hijos a vivir eternamente en la casa del Padre. En la Navidad celebramos la venida del Hijo de Dios en la humildad de nuestra carne, pero, también nos prepara para su segunda venida en la que vendrá con toda su gloria como Juez universal.
La palabra navidad proviene del latín quiere decir “nativitatis” y hace referencia a la llegada del hijo de Dios, Jesucristo, al mundo terrenal. La Navidad es una de las fiestas más importantes de la fe cristiana católica. Sin embargo, en los últimos tiempos, las fiestas navideñas han tomado un significado más comercial y menos religioso.
Origen de la Navidad
No se debe olvidar que los ángeles, los pastores, los reyes magos, etc., fueron los primeros en celebrar el nacimiento de Jesús, incluyen- ido la estrella, los animales y toda la creación. La Biblia no revela la fecha en que nació Jesús, las fechas que proponen los investigadores sólo son aproximaciones. Por ser un acontecimiento importante para la salvación, la Iglesia ha empezado a celebrarlo cuando cesaron las persecuciones y hubo libertad religiosa, En Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV y se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379.
En la actualidad la celebración de la fiesta Navidad presenta a los cristianos el reto de no caer en el mercantilismo o consumismo que se realiza para esta fiesta. El católico si vive su fe y tiene su identidad católica-cristiana bien firme, se preparará en el tiempo de adviento con una vida de oración más profunda, prácticas de penitencia, buenas obras y conversión para que reine Jesús en su corazón, en su familia. La verdadera alegría no está fuera de nosotros sino dentro de nosotros cuando reina Dios con su paz y amor en nuestro corazón.
El símbolo del consumismo es Papá Noel, o también conocido como Santa Claus o San Nicolás. En muchos el festejo de la Navidad no está ligado a la creencia religiosa, ya que incluso los ateos realizan la celebración, lo mismo pasa con aquellos que no practican la religión.
El nacimiento: Se considera a san Francisco de Asís como el creador de los Nacimientos. En 1223 quiso celebrar una “Noche Buena” en la que se reviviera el recuerdo de Jesús nacido en Belén. Para que todos pudieran comprender mejor las condiciones en las que sucedió, puso un Nacimiento en el bosque con personas y animales vivos.
Esta actividad gustó mucho a las personas que asistieron y se empezó a popularizar. Con el paso del tiempo, la falta de espacio obligó a sustituir a las personas y animales con figuras de madera o de barro u otro material. Es importante que las familias oren ante el nacimiento, sobre todo, a las 12 de la noche del 24, y así recibir en oración y alabanza al Hijo de Dios.
El árbol de Navidad
La presencia en casa del árbol en la navidad, tiene un significado de salvación; Jesús, con su nacimiento, nos ha traído la buena nueva de nuestra salvación, de acercarnos al árbol de la vida plena y eterna que habíamos perdido a causa del pecado: Él mismo quiso morir en un árbol, esto es la cruz, que se ha convertido en verdadero árbol de vida para todos los hombres. En el árbol de la Cruz Jesús al perdonar se presenta como la luz del mundo, y es coherente que su nacimiento sea celebrado con el encendido gozoso de tantas luces.
Regalo navideño: El nacimiento o la Encarnación del Hijo de Dios, Jesús, ¿no es el gran regalo que Dios ha hecho a la humanidad? Cierta- mente. Jesús, el Emmanuel o Dios-con-nosotros se nos da como salvación, como camino, verdad y vida eterna. Esta actitud de amor de Dios para con nosotros mueve nuestro espíritu a aceptar su oferta de amor, diciendo Sí como María. Por ello, en esta fiesta crece en nuestro interior un deseo de compartir la actitud generosa de Dios, y manifestarnos también como amor para con los que conocemos, y para con los que no conocemos.
¿Para que nace el Hijo de Dios?
*El Niño Dios que ha nacido de María, nace para colmar la sed que tiene el hombre de amor y eternidad, nace para darnos el poder del Espíritu Santo y así vencer el mal e iluminar nuestra vida en el camino del bien y la verdad.
*El Niño Dios nace en cada hombre que le abre su corazón y le entrega su vida para acompañarlo en los trabajos y luchas de cada día, porque El es descanso para el agobiado, su yugo es suave y su carga ligera (ver Mt 11, 28-30).
*El Niño nace para traer la recompensa para el justo y la condena del injusto: “y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.” (Jn 5, 29), porque pagará a cada uno según sus obras (ver Rm 2, 6).
*El Niño Dios viene para enseñarnos a vivir como hermanos en familia y en comunidad como hijos de un solo Padre, por eso nace en una familia como la nuestra y llama a Doce Apóstoles, a quienes enseño a vivir la fraternidad, dándoles el poder de perdonar (ver Jn 20, 23) y pastorear su Iglesia (ver Jn 21, 15-19).
*El Niño Dios nace para traernos su Reino, reino de paz, de amor, de ver- dad, de justicia, de reconciliación. Por ello nos dona el Espíritu Santo en el Bautismo para vivir los dones y carismas, especialmente el amor (ver 1 Cor 13). Este reino se hace realidad de modo especial en la Eucaristía, cuando Jesús se hace uno con nosotros en la comunión: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá eternamente. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo” (Jn 6, 51).